Teoría del Big Bang.
Homogeneidad de la materia. Teoría inflacionaria. Sólo una teoría, falta la
demostración experimental. Ondas gravitacionales. El descubrimiento más
importante en décadas en la historia de la ciencia. Telescopio en la base Admunsen Scott.
¿Por qué el cosmos es como
es?
Hay un mundo en el que los
astrofísicos buenos viven en preciosas casas unifamiliares de alto standing, su
prestigio es celebrado por la comunidad y reciben en el jardín a los medios de
comunicación como si fueran celebridades. Ese mundo no está en Disneylandia,
sino en la Universidad de Stanford, Palo Alto, California; uno de los centros
de investigación más prominentes del planeta. Allí, el pasado lunes, Andrei Linde, uno de los padres teóricos de la teoría de la inflación del cosmos, se
dejó grabar mientras recibía la vista del profesor de física Chao Lin-Kuo, que
iba a anunciarle
una gran noticia.
Es enternecedor y envidiable
observar el asomo de desmayo de Linde al escuchar la buena nueva y el sagaz
abrazo de su esposa sabedora de que estaban pasando a la historia.
Lo que Lin-Kuo había ido a
decir al matrimonio es algo así como que el telescopio BICEP-2 instalado en el
Polo Sur había encontrado una aguja en un pajar: en concreto una señal de
polarización de un valor 0,2 r en la radiación de fondo de microondas del
universo. Evidentemente, Linde y su mujer entendían a la perfección de qué les
estaban hablando, a juzgar por el pedazo de botella de champán que
inmediatamente sacaron para celebrarlo. El resto de los mortales necesitamos
algunas horas de estudio para comprender que aquella era la noticia más
importante del mundo de la ciencia en décadas. Porque esa señal era algo que
los científicos llevaban buscando desde principio de este siglo, la prueba
definitiva de que Andrei Linde y su socio Alan Guth estaban en lo cierto en los
años ochenta del siglo pasado cuando imaginaron que algo raro le había pasado
al universo cuando sólo tenía unos segundos de vida.
Sabemos que el cosmos nació
como consecuencia de un evento al que llamamos Big Bang hace unos 13.800
millones de años. La teoría del Big Bang ha sido ampliamente confirmada por
detecciones de telescopio y es hoy comúnmente aceptada. Pero presenta varios
problemas teóricos sin resolver. Uno de ellos tiene que ver con la increíble homogeneidad
de la materia que lo compone. ¿Cómo es posible que regiones del universo que
están separadas por miles de millones de años luz de distancia, que pertenecen
a los extremos más opuestos del espacio conocido y que, por lo tanto, no han
tenido contacto entre sí, se parezcan como dos gotas de agua?
En el interior de una lata de
cerveza, las burbujas de gas chocan una con otras y en su trasiego se
transmiten propiedades físicas, intercambian energía, temperaturas, presiones.
El resultado es que, al abrir la lata, la espuma está compuesta de miles de
burbujas que parecen hermanas gemelas. Ya se sabe, "dos que duermen en el
mismo colchón se vuelven de la misma condición". La materia del cosmos
parece haber dormido en el mismo colchón porque en regiones de los extremos más
lejanos encontramos condiciones muy similares. Pero, en teoría, desde el
nacimiento del universo, esas regiones no han tenido tiempo para separarse
tanto. No es entendible que hubieran "dormido" juntas en algún
momento del pasado. ¿Qué ocurrió?
Linde y Guth imaginaron una
explicación. En los primeros instantes de vida del espacio y el tiempo toda la
materia convivía en un lugar más pequeño que un protón y repentinamente se
infló: en un abrir y cerrar de ojos, pasó de tener el tamaño de un protón a
parecer más bien una naranja. Todo ello ocurrió en las primeras milmillonésimas
de segundo de su existencia. La teoría inflacionaria explicaba bastante bien
por qué el universo tiene el aspecto que tiene. Pero no dejaba de ser una
teoría, nunca nadie había podido demostrarla. La única vía de comprobación era
detectar alguna huella de ese momento de expansión repentina.
El evento de la inflación se
debió a unas vibraciones en el espacio-tiempo que se conocen como ondas gravitacionales. Son arrugas generadas por los acontecimientos más violentos
del cosmos. Esas ondas distorsionan la luz que nos llega del Big Bang (crean un
patrón de polarización muy concreto en la llamada radiación de fondo de
microondas, el eco del estallido inicial). Durante años se ha tratado de
detectarlas. Uno de los telescopios utilizados para hacerlo está situado en la
base Admundsen Scott de la Antártida, donde las condiciones atmosféricas son
idóneas para la observación astronómica. Tras años de paciente observación,
algunas de esas ondas han sido cazadas. La energía liberada por ellas es tal
que sólo ha podido ser producida en un evento como la inflación repentina del
cosmos. No existen objetos conocidos capaces de generar estas perturbaciones
ahora detectadas.
Eso es lo que el joven
profesor de física quería comunicar al veterano Linde. "Las hemos cazado,
y son increíblemente grandes. Usted tenía razón, el universo se infló de manera
extraordinaria cuando solo tenía una millonésima de segundo de vida".
Ahora entendemos un poco mejor por qué el cosmos es como es, porque en él hay algo
en lugar de nada. O, al menos, lo sabremos si se confirman las observaciones de
BICEP-2. Porque ahora, media comunidad científica internacional estará
escrutando los datos en busca de algún error. No es fácil pasar a la historia
de la ciencia.
Jorge Alcalde 19.3.14
http://www.libertaddigital.com/opinion/jorge-alcalde/por-que-el-cosmos-es-como-es-71045/
No hay comentarios:
Publicar un comentario