El universo. El pensamiento en
el siglo XIII en Europa. Un científico inglés. Precedente de las grandes
aportaciones de Cusa, Kepler, Galileo y Bruno. Aristóteles y Ptolomeo como
referentes milenarios. El concepto de esfera. Finitud e infinitud del universo
(esfera exterior). La idea del paradigma.
Este antiguo documento,
llamado «De Luce», de Robert Grosseteste, muestra una idea sorprendentemente
parecida al Big Bang y la posibilidad de que nuestro Cosmos no sea el único
La idea de que el Universo que conocemos no es el único,
sino que puede ser uno entre muchos otros ha intrigado a los cosmólogos
modernos desde hace algún tiempo, siempre con una gran polémica. Mientras unos
pocos son partidarios de esta posibilidad, otros la rechazan por completo. Pero
parece que este concepto de multiverso
ya pudo ser un tema de estudio en la Edad Media, según sugiere un texto en latín del siglo XIII.
Un equipo de científicos
británicos ha llevado a cabo un estudio sobre este texto
antiguo, llamado «De
Luce», en el que se han encontrado indicios de que el filósofo inglés
que lo escribió en 1225 ya jugaba con conceptos similares a los del multiverso.
Se trata de Robert
Grosseteste, considerado como «una de las mentes más
deslumbrantes de su generación, alabado por sus sucesores como líder genio,
teólogo, político y matemático».
Para descubrir las ideas de
este filósofo, que las plasmó en el texto como si fueran ecuaciones matemáticas
modernas, los investigadores utilizaron un ordenador para resolver estas
ecuaciones, y para ver si eran capaces de ilustrar el Universo como Grosseteste
lo había imaginado.
En esa época, el modelo
cosmológico dominante fue el desarrollado por Aristóteles, quien postuló que había nueve planetas (llamados
esferas), una dentro de la otra, con el planeta Tierra en el centro. En «De
Luce», Grosseteste supone que el
Universo nació de una explosión que empuja todo, la materia y la luz, a partir
de un solo punto, una idea que es sorprendentemente similar a la moderna
teoría del Big Bang .
«Al principio, la materia y la
luz estaban vinculados entre sí. Pero la rápida expansión llevó finalmente a un
'estado perfecto', con la cristalización de la luz-materia y la formación de la
esfera exterior -el llamado 'firmamento'- del cosmos medieval», escribió el filósofo
británico.
Además, asume que la materia
cristalizada también irradiaba una luz especial, a la que llama «lumen». Ésta
es irradiada hacia el interior, recolectando la materia «imperfecta» que se
encuentra, un comportamiento similar a la forma en que las ondas de choque se
propagan en una explosión de supernova.
Por su parte, la materia
«perfecta» cristaliza en otra esfera incrustada dentro de la primera y también
irradia luz. Eventualmente, en el centro, la materia «imperfecta» restante
forma el núcleo de todas las esferas, la Tierra.
Una descripción «exacta»
Después de simular a través
del ordenador las ecuaciones expuestas por el antiguo científico, los
investigadores descubrieron que el Universo imaginado por Grosseteste podría
haberse formado exactamente como él lo describió. «Sorprendentemente, la
simulación por ordenador muestra que la descripción de Grosseteste es exacta»,
ha señalado el autor principal, Richard Bower.
«Los resultados nos dan una
apreciación mucho más profunda de la ciencia en el siglo XIII», ha añadido. A
su juicio, este estudio, aceptado en las actas de Royal Society, demuestra
que la comunidad científica moderna había «subestimado por completo la
profundidad del argumento lógico en la Edad Media».
A pesar de este gran hallazgo,
el razonamiento de Grosseteste tiene
también sus fallos. Uno de
ellos es que su teoría sólo
funciona si hay el número correcto de las esferas celestes y si están
correctamente ordenadas, lo que ocurre sólo si hay puntos de partida muy
específicas. «Por sí solas, las leyes de Grosseteste no son suficientes para
producir el Universo en el que pensó que vivía», ha apuntado Bower.
De hecho, el filósofo medieval
se dio cuenta de este problema. Para hacer frente a ello, añadió una razón de
más para explicar por qué había «exactamente nueve esferas celestes más una
imperfecta Tierra», una explicación similar al razonamiento aplicado en la
cosmología moderna.
Hoy en día, las leyes de la mecánica cuántica y la relatividad general
se utilizan para explicar el origen del Cosmos, pero no nos dicen la cantidad
de materia normal, la materia oscura y la energía oscura en el Universo. «Para
explicar esto, los cosmólogos a menudo apelan a alguna nueva teoría, como una
teoría de la supersimetría, por ejemplo», ha explicado Bower.
En otras palabras, los modelos
actuales trabajan para sólo ciertos valores específicos, y si los valores son
elegidos al azar, la explicación falla. Así, para satisfacer estas condiciones,
algunos físicos sugieren que existe un multiverso, de manera que, cualquier
resultado puede explicarse si no en la nuestra, en un universo vecino.
De la misma manera, si los
parámetros en el modelo de Grosseteste se modifican, habrá un número diferente
de esferas alrededor de la Tierra. Y aunque «De Luce» nunca menciona el término
multiverso, Bower cree que el filósofo «parece darse cuenta de que el modelo no
predice una solución única, y que hay muchos resultados posibles (..) Él tiene
que escoger un Universo de todas las posibilidades», concluye.
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