Facebook
lo sabe todo de cada uno de sus usuarios. Manipulación de 689.003 cuentas de
usuarios sin su consentimiento, para la extracción de estadísticas sobre el
comportamiento humano. Extracción de profundos perfiles psicológicos de
personalidad. Base para la mejora de servicios publicitarios, fuente de
extraordinarios ingresos. Demostración de lo manipulables que somos. Juega con
nosotros como si fuéramos cobayas. Al ser gratuito, somos el precio. Traspaso de
los límites éticos también en el terreno de la salud.
Facebook: un negocio
de 1.300 millones de cobayas humanas
La
manipulación de los datos de los usuarios con fines experimentales abre un
debate ético sobre la red social
Según
los expertos «Subyace la idea de que si los productos de internet son
gratuitos, los datos de los usuarios son el precio»
Facebook
lo sabe todo de sus usuarios. En el mismo instante en el que una persona le da
al botón «me gusta», ese simple gesto se guarda y monitoriza en alguna parte de
la arquitectura de la red social. Porque debajo de los datos que proporcionamos
(gratuitamente) hay un búnker de información demasiado seductor como para pasar
de largo.
Puede
que muchos usuarios no sean conscientes de que, más allá de ser un práctico
muro en el que subir imágenes de viajes o desahogarse con las palabras,
Facebook es también una profunda fuente de datos para los investigadores
académicos, tanto dentro como fuera de la empresa. Una verdadera mina de oro.
El negocio del siglo, a todos los efectos. No olvidemos que, a día de hoy,
nadie le hace sombra; es la mayor red social del mundo gracias a sus más de 1.300
millones de usuarios, un tercio de la población global.
Después
de todo, no hay más que pensar en la vasta y fiable información que millones de
personas regalan libremente a este lugar, ya que lo que comentan es su propia
vida. Y, para colmo, lo hacen de forma inconsciente. Un inocente comentario
supone a la compañía la oportunidad de beber del manantial de la sabiduría. Y
sí, Facebook lo sabe todo de usted, lector, no solo su nombre, su edad y los
centros educativos por donde ha pasado, sino también los lugares que visita, su
ideología, su estado emocional y todo tipo de aficiones y gustos que, al final,
sirven de base al negocio. ¿No ha pensado por qué a usted, que en su biografía
está «casado», no le aparecen anuncios de páginas de ligues como su amigo que
se define como soltero?
Estamos
ante un lugar muy goloso para poder extraer estadísticas sobre el
comportamiento del ser humano. Así ha quedado demostrado tras conocerse la manipulación
de 689.003 cuentas de usuarios para elaborar un estudio psicológico en
colaboración a dos universidades norteamericanas (Cornell y San Francisco). La
conclusión de la investigación fue que existe un «contagio emocional» sobre
nuestras reacciones. Para comprobar esta tesis, a un grupo se le enviaba más
noticias positivas o negativas. Se realizó sin el consentimiento ni aprobación
del usuario.
Desde
al menos el año 2008 la plataforma dispone de su propio centro de investigación
para recolectar y analizar los datos de usuario. «Con toda la información que
le damos a Facebook un buen analista sería capaz de extraer perfectamente
perfiles psicológicos a un nivel de profundidad como nunca se ha hecho»,
reconoce Manuel Chao, responsable del departamento de SEM de la agencia de
marketing online Hello, al tiempo que duda de si es positivo el sacrificio de
la ética en función de un estudio estadístico.
Aunque
gran parte de estos análisis sirven de base para la mejora de servicios
publicitarios (la empresa ingresó 2.509 millones de dólares en 2013), Facebook
también ha utilizado sus datos para alimentar una serie de estudios académicos
sobre temas de relevancia social.
«Facebook
es una red muy emotiva. Es nuestra vida privada la que exponemos ahí.
Lógicamente, tiene un impacto en la forma en la que nos sentimos. Aunque sea
legal –porque se aceptan voluntariamente las condiciones de uso en el momento
de ingresar–, no ha sido muy ético», señala a ABC Ismael El-Qudsi, responsable
de la agencia Internet República, especializada en medios sociales, quien añade
que lo que se ha demostrado es «lo manipulable que somos».
«Juega
con nosotros»
«Subyace
la idea de si los productos de internet deberían ser de pago para que el
usuario pueda tener ciertos derechos. Al ser gratuito tú eres el precio. Facebook
está jugando con nosotros como cobayas, para ver nuestros comportamientos»,
añade el experto, quien precisa que «el valor de Facebook es ser capaz de manipular
a la gente a su antojo».
«El
modelo de negocio está clarísimo. Me sorprende que la gente se sorprenda.
Detrás de este experimento ha habido una investigación académica. Son
experimentos necesarios para comprobar cómo se comporta la gente y conocer las
palancas que nos mueven. Facebook, ahora, está en el punto de mira, pero como
socióloga no puedo verlo mal. Está poniendo a nuestra disposición una
herramienta por la que no pagamos, encima es gratis, ¿y pensamos que no van a
hacer nada?», manifiesta Silvia Leal, directora del departamento de Tecnología
del Instituto de Empresa.
En
ese potente recolector de información llamado Facebook trabajó Jeff
Hammerbacher, uno de los fundadores de la firma de análisis de grandes datos
Cloudera, que investigó acerca de la forma en la que los usuarios consumen los
anuncios. Una prueba de que la red social sirve para análisis de mercado,
sociológicos, académicos e incluso médicos.
Perfiles
sanitarios
Por
eso no es de extrañar que se haya comenzado a aplicar los datos de Facebook a
analizar la vida sanitaria de las regiones. De hecho, varios expertos de la red
social y laboratorios de genética colaboran para ayudar a los médicos a hacer
predicciones personalizadas sobre sus pacientes. Tras conocerse esta aplicación
de las cifras, las críticas no han dejado de aparecer. El centro de
investigación Electronic Privacy Information Center denuncia que en el momento
del estudio, la política de uso de Facebook no recogía que los datos se iban a
utilizar con fines de investigación. Cuatro meses después sí lo hizo.
6
jul. 2014 ABC J. M. SÁNCHEZ
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