La Agonía de Francia, fue publicado en 1941 en Montevideo. Descripción
de la situación social y política en Francia desde 1937 – M. Chaves desde noviembre de 1936 se exilia en Francia- hasta 1940. Explicación de la actitud de
los Gobiernos franceses y de la mayoría de la población ante la situación
bélica y la política alemana. Defensa radical de los valores liberales y
democráticos por parte del autor.
Para
los que no somos expertos en el tema, impresiona ver cómo un país, tomado hasta
entonces como referencia y ejemplo de libertad y de democracia no se comporta
como tal, sino que renuncia a plantar cara al avance del ejército alemán y
llega incluso a la persecución de los judíos y de los defensores de la libertad
y de la lucha contra el nazismo. En esta actitud de renuncia e incluso de
colaboración con los nazis participan también los comunistas franceses porque
interpretan que es lo coherente después del pacto entre la URSS y Hitler.
Lo
más destacable de La agonía de Francia
es la defensa constante de los valores democráticos y la denuncia de la
mentalidad totalitaria, de las actitudes de resignación, cobardes, oportunistas
e indignas.
Algunas
frases significativas:
“En
unas horas plácidas, banales, de un domingo radiante, Francia, la Francia que
creíamos inmortal, se había hundido, quizás para siempre, entre la indiferencia
absoluta de una gran ciudad…”
“Desde
que se derrumbó el mito de Moscú, que había atraído falazmente a quienes tenían
hambre y sed de justicia, desde que se deshizo la ilusión de la revolución
bolchevique, Francia había vuelto a ser la Meca de todos los hombres libres de
Europa, acaso sólo por el prestigio insigne de su tradición. (…) Cerca de un
millón de italianos, medio millón de españoles, cientos de miles de checos,
austríacos, polacos, rumanos, rusos, alemanes y judíos de todas las
nacionalidades serían sumisos y humildes a la grandeza de Francia, sólo por devoción
al mito de la democracia. La monstruosa elaboración de los Estados totalitarios y su expansión triunfal llevaba a
Francia a unas masas de humanidad que representaban una selección espiritual,
una élite de todos los pueblos de Europa.(…) Francia, que hubiera podido
edificar contando con ellos un Estado de una fortaleza indestructible, se dejó
ganar poco a poco por las sugestiones del adversario, renegó de sí misma y de
cuanto había representado en el mundo, se rindió a la coacción de la propaganda
enemiga y trató como adversarios y delincuentes a quienes acudían a ella en
calidad de servidores fieles del ideal que Francia había simbolizado siempre.(…)
Entre las cláusulas del deshonroso armisticio
aceptado por el mariscal Petain hay una que basta y sobra para
deshonrar a un Estado; la cláusula por
la que el gobierno francés se compromete a entregar a Hitler , atados de pies
manos, a los refugiados alemanes antihitlerianos que habían buscados su
salvación en Francia.”
“El
gran delito comunista ha consistido en convertir las agresiones del fascismo
contra los pueblos libres en mero instrumento de propaganda del Partido.”
“Las
dos grandes fuerzas de destrucción del mundo moderno, el comunismo y el
fascismo…”
“Hasta
ahora no se ha descubierto una fórmula de convivencia humana superior al
diálogo, ni se ha encontrado un sistema de gobierno més perfecto que el de una
asamblea deliberante, ni hay otro régimen de selección mejor que el de la libre
concurrencia. Es decir, el liberalismo, la democracia. (…) Francia estaba
condenada a perecer desde que (…) comenzó a renegar de esta verdad que había
sido la razón de su grandeza.”
“Era
impresionante ver cómo la mentalidad nazi había ido ganando a los mejores
cerebros de Francia (…) La nazificación de las clases superiores de la sociedad
francesa era un hecho incuestionable. No había en todo París quien se atreviese
a llamarse demócrata (…). Francia estaba intelectualmente gobernada por los
nazis mucho antes de que las divisiones blindadas de Hitler ocupasen
físicamente el territorio francés. (…) En Francia (…) no tenían curso legal más
que las ideas de dictadura, fascismo, nazismo, corporativismo, antisemitismo…
El triunfo en Francia del antisemitismo nazi era completo”.
“Toda
la tragedia de Francia radica en eso. No tenía fe en sí misma, ni en su régimen
ni en sus hombres. La tenía en Alemania, en el nazismo, en Hitler. Por eso se
ha entregado sin lucha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario