Humanismo.
La tolerancia como principio rector. Ataque frontal al fanatismo. Oposición
radical a la persecución de los herejes. Condena de la ejecución de Miguel
Servet. Defensa de la libertad de conciencia. Libertad de culto. Admiración por
Erasmo. Hoemajeado por Montaigne. Influencia en J. Locke. Precursor de las
ideas racionalistas: Descartes y Spinoza. Antepone la razón a la revelación. Stefan Zweig lo
presenta como modelo moral.
Sebastián
Castellion
Sébastien
Châteillon, latinizado Castalio, luego Castellio y finalmente Castellion
(Saint-Martin-du-Fresne, Ain, 1515 - Basilea, 1563) fue un humanista, biblista y teólogo cristiano francés.
En
1535 Castellion ingresó en el Colegio de la Trinidad en Lyon,
donde conoció obras de los humanistas de la época y
las Instituciones Cristianas de Juan Calvino, y se adhirió a las ideas de la Reforma Protestante.
En
1540 viajó a Estrasburgo para reunirse
con Calvino, y luego marchó con él a Ginebra. Allí fue
designado director del Collège de Rive. Castellion se distinguió
entonces por sus innovaciones pedagógicas y publicó los Dialogi Sacrés,
una selección de la Biblia que fue muchas veces reimpresa en toda
Europa.
Sostuvo
posteriormente fuertes divergencias teológicas respecto a Calvino, debido a que
Castellion no compartía en absoluto la teoría de la predestinación calvinista y
opinaba que el origen del Cantar de los Cantares
era un poema erótico. Para completar, Calvino acusó a Castellion de haber
denigrado la imagen del clero, por llamar a los líderes eclesiásticos al
autoexamen. Estas divergencias le impidieron en 1544 ejercer como pastor.
Castellion
tuvo, pues, que abandonar Ginebra, desplazándose a Basilea, donde al principio sufrió una situación
de pobreza extrema. Más adelante consiguió un empleo como corrector de
imprenta, después como lector de griego y finalmente fue nombrado profesor de
la Universidad de Basilea.
Libertad
de conciencia
En
1554, con el seudónimo de Martinus Bellius, publicó De haerectis an sint
persequendi, un ataque frontal a la tesis según la
cual los herejes deben ser ejecutados, obra que lo enfrentó
definitivamente con Calvino y que fue traducida al castellano por Casiodoro de Reina.
Castellion reaccionaba con este libro a la ejecución de
Miguel Servet por los calvinistas en
Ginebra el 27 de octubre de 1553: «Matar a un hombre no es defender una
doctrina, es matar a un hombre. Cuando los ginebrinos ejecutaron a
Servet, no defendieron una doctrina, mataron a un ser humano; no se hace
profesión de fe quemando a un hombre, sino haciéndose quemar por ella»,
escribió. «Buscar y decir la verdad, tal y como se piensa, no puede ser
nunca un delito. A nadie se le debe obligar a creer. La
conciencia es libre», añadió.
De
haerectis presentó una antología de textos de padres de la Iglesia,
como Lactancio, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo, San Ambrosio y San Agustín de Hipona,
contra la ejecución de herejes. Añadió las opiniones al respecto de Erasmo y de varios protestantes.
Definió
a los herejes como "aquellos que no están de acuerdo con nuestra
opinión". Afirmó que los cristianos que se engañan a sí mismos, hasta
el punto de justificar la persecución religiosa, son peores que cualquiera a
quien pretendan "convertir". Reclamó la libertad
de culto: "que los judíos o los turcos no condenen a los
cristianos, y que tampoco los cristianos condenen a los judíos o a los
turcos... y nosotros, los que nos llamamos cristianos, no nos condenemos
tampoco los unos a los otros... Una cosa es cierta: que cuanto mejor conoce un humano la verdad, menos inclinado está a condenar".
Teodoro de Beza, lugarteniente de Calvino,
respondió al libro de Castellion con El castigo de los herejes por los
magistrados y el mismo Calvino con la Defensa de la fe contra los
errores de Miguel Servet. Luego lograron que en Basilea se prohibiera la
publicación de la réplica de Castellion, Contra libellum Calvini, a la
vez que hicieron diversas gestiones para lograr que Castellion fuera despedido
de su puesto en la universidad, donde, por el contrario, se consolidó un
círculo académico en torno suyo, integrado por Celio Curione, Martín Celario,
David Joris, Bonifacio Amerbach y los impresores Pedro Perna y Juan Oporino. Un
debate público sobre la ejecución de herejes tuvo lugar en Berna
en 1555.
En
1560 se desató la primera de las ocho olas sucesivas de guerras religiosas en
Francia, y entonces Castellion publicó Conseil à la France Désolée reclamando la tolerancia y anunciando, con treinta
años de anticipación, la solución que daría el Edicto de Nantes: "dos religiones para un
reino". Murió a la edad de cuarenta y ocho años, "arrebatado
por la bondad de Dios a las garras de sus adversarios", cuando, por
instigación de Ginebra, se le había abierto un proceso judicial por herejía.
Sólo Montaigne le rindió homenaje
en sus ensayos.
Proyección
de sus ideas
Su
clara denuncia del fanatismo y su defensa de la
libertad de conciencia situaron a Castellion en el sector tolerante de la Reforma Protestante.
Abrió
el camino a Pierre Bayle
(1647-1706), quien le consagró una extensa nota en su Dictionnaire
Historique et Critique; a Rabaut
Saint-Etienne (1743-1793), quien introdujo la libertad de conciencia
en la Declaración de los Derechos del Hombre; y a Ferdinand Buisson (1841-1932), uno de los
fundadores del laicismo francés. Mayor fue su influencia en Holanda por medio de los seguidores de Jacobus Arminius, y en el mundo anglosajón a
través de Locke y Milton.
Castellion
es conocido también por sus trabajos bíblicos, y se le considera como uno de
los fundadores de la crítica moderna. Tradujo la Biblia al latín en 1551 y al francés en 1555. La traducción francesa sólo fue
reeditada en 2005.
Aunque
Miguel Servet fue el principal precursor
espiritual del unitarismo moderno, Sebastián Castellion fue el primer pensador
de la Reforma protestante que antepuso la razón natural, la ley natural, a la
revelación, por lo que es considerado el primer unitario en un sentido moderno.
En
cuanto a la Filosofía, fue precursor de los grandes racionalistas clásicos, como Spinoza y Descartes.
Stefan Zweig
publicó en 1936 en alemán el libro Castellio contra
Calvino en rendido homenaje al que fuera, junto con Erasmo, uno
de los primeros pensadores en hacer de la tolerancia el principio rector de su
obra y su vida y en crítica amarga y abierta contra el nazismo y su brutalidad. En la introducción al
libro Zweig escribió:
"Desde
el punto de vista del espíritu, las palabras "victoria" y
"derrota" adquieren un significado distinto. Y por eso es necesario
recordar una y otra vez al mundo, un mundo que sólo ve los monumentos de los
vencedores, que quienes construyen sus dominios sobre las tumbas y las
existencias destrozadas de millones de seres no son los verdaderos héroes, sino
aquellos otros que sin recurrir a la fuerza sucumbieron frente al poder, como
Castellion frente a Calvino en su lucha por la libertad de conciencia y por el
definitivo advenimiento de la humanidad a la tierra"
Y
en su capítulo conclusivo decía "El mundo es improductivo y estéril
cuando no está lleno de alegría ni estimulado por la práctica de la libertad".
Basado
y reconvertido de http://es.wikipedia.org/wiki/Sebasti%C3%A1n_Castellion
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