Huella ecológica.
Saldo ecológico positivo. Niveles de consumo. Límites sostenibles. En el 2050
tres planetas para satisfacer nuestra demanda. World Wildlife Fund. Mortalidad
infantil.
Los números rojos de la tierra
« LA Tierra entra en números rojos» nos anunciaba ayer ABC para explicarnos
que el planeta ha superado el 19 de agosto el límite anual de su ecosistema
para absorber impactos. «En el año 1961, la humanidad consumía tan solo dos
tercios de los recursos naturales disponibles en el planeta. En ese mismo año,
la mayoría de los países todavía tenían saldo ecológico positivo, es decir, que
su huella ecológica era mucho más pequeña y sostenible. Los niveles de consumo se
han disparado y actualmente estamos fuera de los límites sostenibles y
necesitamos un planeta y medio para abastecer las necesidades de la humanidad.
Si mantenemos esta tendencia, necesitaremos al menos 3 planetas para satisfacer
nuestra demanda en 2050, dicen desde WWF».
Estos datos me han traído a la memoria un polémico artículo del periodista
irlandés Kevin Myers, publicado en el «Irish Times» en 2008. Abordaba la ayuda
a África y ofrecía datos sobre el impacto ecológico mucho más fácilmente
contrastables que los de World Wildlife Fund. Quizá alguno de ustedes recuerde
la canción «Do They Know It’s Christmas?» con la que Bob Geldof reunió a un
grupo de celebridades para concienciar al mundo sobre la hambruna de 1984 enEtiopía. Confieso que sigue siendo parte de mi música favorita. La escucho con
frecuencia, aunque ya nunca me trae a la mente las imágenes de los niños con
los ojos fuera de las órbitas y suplicando comida. Aquella campaña tuvo una
enorme repercusión. Y, por lo tanto, un enorme éxito. Casi un cuarto de siglo
después, Myers explicaba cómo las sequías en el Cuerno de África son cíclicas.
Y cómo cuando se dio la sequía que movilizó a Geldof Etiopía tenía 33,5
millones de habitantes. Treinta años después –y gracias a las campañas de ayuda
a este país– Etiopía tiene hoy 84 millones de habitantes. Pero las sequías
siguen llegando con la misma regularidad con que lo han hecho a lo largo de los
últimos mil años, en los reinados de los sucesivos Negus. Y la capacidad del
país para producir más alimentos no se ha incrementado. Así que ahí sí que hay
un impacto medioambiental que no viene precisamente de los aerosoles tan
perseguidos por algunas agencias medioambientales. Viene de la vida humana. La
acción del hombre ha roto el equilibrio de población que la naturaleza había
creado en esa parte del mundo. Y como consecuencia de ello, las estimaciones de
algunas agencias fijan en 177 millones la población que tendrá Etiopía en 2050.
Es brutal decirlo, pero así ocurre.
La pregunta es si alguien sostiene que es malo haber roto ese equilibrio.
Si hubiéramos dejado a la naturaleza seguir su curso, la mortalidad infantil en
el Cuerno de África seguiría disparada y estos problemas que tanto preocupan a
algunas agencias medioambientales no existirían. El medio ambiente del planeta
estaría mucho mejor «protegido» porque las fuerzas de la naturaleza acabarían
con la vida humana como lo han hecho durante milenios.
Será por nuestra fe o por la ética judeo cristiana que impregna Occidente,
pero creo que casi nadie es partidario de dejar morir a esos seres humanos. Y
casi todo el mundo es partidario de darles unas condiciones de vida los más
dignas posibles. Y esas condiciones tendrán un impacto medio ambiental. Todo lo
que el hombre hace tiene un impacto. Podremos seguir desarrollando medios y
técnicas para minimizar ese golpe a la naturaleza, pero lo que ya no se puede
es volver atrás. En pleno mes de agosto me gustaría saber cuántos españoles
estarían dispuestos a vivir sin aire acondicionado. A pesar del impacto que
cada una de nuestras máquinas refrigerantes tiene sobre el medio ambiente.
ABC 21.8.14 RAMÓN
PÉREZ-MAURA
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