En 1936, una multitud de personas asistía los fastos de estreno de un
buque de la Escuela de la Marina alemana, en Hamburgo. Llegado el
momento, la multitud levantó sus brazos al unísono, realizando el saludo
nazi. Salvo uno de ellos, que permaneció con los brazos cruzados. Ha
estado en el anonimato hasta 1991, cuando su hija lo identificó.
Era August Ladmesser, un trabajador del astillero de la ciudad, que
ingresó en el partido Nazi en 1931, y fue expulsado cuatro años después,
por casarse con una mujer judía llamada Inma Eckler. Por ello, fue
enviado a la cárcel –después de la instantánea y de haber visto nacer a
sus dos hijas- por deshonrar a la raza. Su mujer también fue detenida, y
sus hijas, separadas. Cuando Ladmesser salió de prisión en 1941 fue
enviado a la guerra, donde se perdió su rastro.
Una de sus hijas escribió la historia de su familia, y de cómo fue
separada por el régimen nazi. Ahora, esta fotografía ha vuelto a ser
rescata del olvido, gracias a las redes sociales. Tal y como publica The
Washington Post, la instantánea se ha difundido a través de una página
de facebook, que ha rescatado la historia de esta familia, convirtiendo a
Ladmesser en todo un héroe.
Fonts informatives : premsa i facebook
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