Un controvertido fósil de
récord
División
científica ante el hallazgo de un fósil de 3.700 millones de años de antigüedad
con huellas de vida microbiana
Lo
han encontrado en Groenlandia y hasta ahora había permanecido enterrado por la
nieve
Hace
3.700 millones de años ya existía vida microbiana en la Tierra y hay una roca
que parece demostrarlo. La han descubierto en Groenlandia gracias al deshielo
de la región en la que se encontraba. Este fósil, cuyo descubrimiento se ha
publicado esta semana en la revista Nature, se formó 220 millones de
años antes que el que hasta ahora se consideraba más antiguo. Ese fragmento,
localizado en Pilbara Craton, en Australia, y datado hace 3.480 millones de años de
antigüedad, ostentaba hasta ahora el récord de antigüedad en esta clase de
fósiles.
Según
sus descubridores, el fósil hallado en Groenlandia conserva las huellas dejadas
por la acción de las bacterias. Es decir, no se han hallado microbios fosilizados, sino las marcas trazadas
por su actividad.
No
obstante, según señala la revista Nature, la roca será sometida a más
estudios para confirmar esas conclusiones. El hallazgo del fósil se produjo en
Isua, al suroeste de Groenlandia, en un área muy valiosa para estudiar la
geología de la Tierra por la antigüedad de sus sedimentos. Fue descubierto por
un equipo liderado por Allen Nutman, geólogo de la Universidad de Wollongong,
en Australia. El científico recogió en la isla helada un trozo de roca de hace
3.700 millones de años y se la llevó a Australia para examinarla.
Controvertido hallazgo
El
análisis de estas rocas reveló la existencia de un tipo de fósil llamado
estromatolito. "Se trata de rocas
metasedimentarias carbonatadas ricas en dolomita", explica a EL
MUNDO Jesús Martínez Frías, jefe del Grupo de Investigación del CSIC de
Meteoritos y Geociencias Planetarias en el Instituto de Geociencias
(IGEO/CSIC-UCM).
La
textura de las rocas que se encontraban alrededor del fósil sugieren que habían
estado en el fondo de un mar poco profundo. Aunque no son muy abundantes, los
estromatolitos pueden encontrarse también en lugares como Bahamas o en
Australia.
"Este
estudio sugiere que la existencia de vida en nuestro planeta se remonta a antes
de lo evidenciado hasta el momento. Se trata de un artículo extremadamente interesante pero controvertido, como no
podía ser de otra manera por su relevancia. Ya hay algunos autores que no están de acuerdo con lo que se propone en
cuanto al posible origen de estas estructuras estromatolíticas",
apunta Jesús Martínez Frías.
Y
es que, según explica a este diario Jorge Pla-García, investigador del Centro
de Astrobiología (CAB/CSIC-INTA), la controversia no tiene que ver con su
antigüedad, pues la datación de 3.700 millones de años está bien caracterizada,
sino con el hecho de que verdaderamente sea un biomarcador: "Los autores
afirman que lo más probable es que esas huellas encontradas en el fósil sean
consecuencia de la actividad biológica, pero los científicos críticos con el
trabajo sostienen que pudieron tener su origen en procesos geológicos o
químicos", explica.
El origen de la vida en la Tierra
El
descubrimiento de este fósil de hace 3.700 millones de años que habría sido
modelado por vida microbiana casaría con las teorías que barajan los
científicos sobre cuándo surgió la vida en la Tierra. Se cree que nuestro
planeta se originó hace unos 4.538 millones de años.
Aproximadamente
seiscientos millones años después, es decir, hace unos 4.000 millones de años,
habrían empezado a surgir las primeras formas de vida. No obstante, según
Pla-García, "aunque geológicamente no se haya podido demostrar, es probable que la vida surgiera antes, probablemente
hace 4.300 o 4.200 millones de años".
Se
cree que durante los primeros millones de años de formación, nuestro planeta
era bombardeado constantemente por asteroides, debía haber una gran actividad
volcánica y la atmósfera estaba compuesta en su mayoría por amoniaco y metano,
por lo que hasta hace poco se consideraba que las condiciones eran demasiado
inhóspitas para la vida. Una visión que, según Pla, está cambiando a raíz de
nuevas investigaciones.
"Las
rocas experimentan un profundo metamorfismo (se deforman por el intenso calor y
la presión a medida que se hunden), que destruye el registro fósil pero no
destruye los denominados biomarcadores
geoquímicos de actividad biológica", afirma el científico español,
que forma parte de las misiones marcianas de la NASA Curiosity, Insight
y Mars2020.
Rocas más antiguas con actividad biológica
Los
científicos son capaces de detectar en minerales la composición isotópica que
sólo se produce en presencia de actividad biológica, es decir, de algún tipo de
vida. Y ya se han encontrado dos fragmentos de minerales cuya composición
isotópica demuestra que había vida bacteriana en la Tierra incluso antes de lo
que demostraría el fósil hallado en Groenlandia.
"La prueba más antigua es un circón de hace
4.100 millones de años descubierto en Australia, que es el paraíso
de la geología porque allí hay rocas que han sido muy poco alteradas. El
segundo más antiguo es un fragmento de apatito de hace 3.850 millones de años
encontrado en Groenlandia". Es decir, estos dos fragmentos son más
antiguos que el fósil hallado ahora en Groenlandia aunque no conservan marcas
visibles.
Por
otro lado, la roca más antigua encontrada en el mundo hasta ahora tiene 4.200
millones de años de antigüedad y también es un circón, aunque en ella no hay
ninguna huella de vida bacteriana, según recuerda el científico español.
Asimismo,
Jorge Pla-García subraya que la forma de vida cuyas huellas permanecerían en el
fósil de 3.700 millones de años que protagoniza el estudio de Nature
serían microorganismos complejos, lo que demostraría que la vida habría
evolucionado ya durante millones de años.
¿Había también vida en Marte?
Si
como sostiene Allen Nutman y su equipo, en la Tierra existía vida microbiana
hace al menos 3.700 millones de años, el descubrimiento podría tener
implicaciones para el estudio de la vida en Marte, según sugiere Abigail C.
Allwood, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA.
"Nuestro
conocimiento sobre la naturaleza de la vida en el Universo está influido por
cuánto tiempo tardó la Tierra en tener las condiciones planetarias necesarias
para la vida", escribe la científica en un artículo que acompaña a la
investigación en Nature.
En
su opinión, el fósil hallado en Groenlandia hace que Marte sea un planeta aún
más prometedor para haber albergado vida en el pasado. Y hace esa afirmación
basándose en los datos que han recopilado en el terreno las misiones robóticas
enviadas a lo largo de las últimas décadas: "Muchas misiones marcianas han
mostrado que en la misma época en la que se estaban formando las rocas de Isua
(en Groenlandia), Marte no era muy
diferente de la Tierra desde un punto de vista de la habitabilidad",
No
obstante, a Martínez Frías le parece que esta reflexión sobre Marte es ir
demasiado lejos. "Si ya es controvertido el hallazgo en sí mismo en
nuestro planeta, más lo es intentar ligar estos resultados con la posible
existencia de vida temprana en Marte. En mi opinión, es más importante abordar esta
temática, desde el punto de vista de la planetología comparada Tierra-Marte,
atendiendo a los datos paleoambientales y sus condiciones de habitabilidad más
que en relación con la existencia o no de vida", sostiene.
TERESA GUERRERO El Mundo Madrid
01/09/2016 20:14
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