Los niños africanos
supondrán el 43% de la pobreza mundial en 2030
Más de 114
millones de menores vivirán con menos de un euro al día dentro de 15 años
África
subsahariana destaca por su juventud pero también por ser una de las regiones
más pobres del mundo. Estos dos factores se han alineado para dar lugar a una
predicción escalofriante: dentro de quince años los niños de esta parte de
África conformarán el 43 por ciento de la población más pobre a nivel global.
El doble del porcentaje actual. En 2030 serán 144 millones de niños los que
vivirán bajo el umbral de la extrema pobreza con tan solo un euro al día, según
se desprende de un estudio realizado por el Overseas Development Institute
(ODI).
Ante
esta perspectiva, la ODI reclamó a la comunidad internacional que deje de
limitarse a «ambiciosas declaraciones en cumbres internacionales» y proponga
soluciones reales basadas en tres pilares esenciales. En primer lugar la
educación se perfila como el factor clave para impulsar el desarrollo, pero
debe acompañarse de medidas para frenar el matrimonio infantil, además de una
mejora en la sanidad y en el acceso a anticonceptivos. También se reclaman más
transferencias de ayuda en efectivo hacia el «continente negro» para combatir
la pobreza infantil.
Las
causas
Pero,
¿a qué se debe el que África subsahariana vaya a duplicar el número de niños en
extrema pobreza?
El
rápido crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza, entre
otras cuestiones , por el fuerte crecimiento demográfico en África. Este
aumento de la población se debe a dos motivos, a la reducción de muertes
infantiles y al elevadísimo índice de natalidad: cada mujer africana tiene una
media de 4,7 hijos, el doble que en el sur de Asia.
En
conclusión, los niños africanos viven más pero, a largo plazo, esto significará
un mayor número de menores hambrientos. Por eso resulta indispensable cambiar
el patrón demográfico. El coautor del estudio, Kevin Watkins opina que «a
través de la educación se obtienen habilidades, las chicas se casan más tarde y
las mujeres ganan la confianza necesaria para exigir cuidados médicos y
tratamientos anticonceptivos».
No
es una tarea fácil. Unicef estima que la tasa de menores que no han ido nunca a
la escuela en África subsahariana es del 32 por ciento entre las niñas y de un
27 por ciento en los chicos.
El
frente de esta batalla a favor de la escolarización se encuentra en Nigeria,
donde se registran las tasas más altas de abandono escolar. «O se mejora la
situación allí, o la región entera va a descarrilar», vaticinó el coautor del
estudio Kevin Watkins. Las condiciones políticas actuales de África –hay más
democracia en el continente que nunca–, podrían ayudar a acabar con el
matrimonio infantil o a combatir las desigualdades de género. Eso, junto con la
ayuda internacional, podría revertir la predicción del principio. En 2030 la
población juvenil africana en edad de trabajar se incrementará en 94 millones.
Pero, mejorando la atención social y reproductiva, y con una educación decente,
se podría generar un doble beneficio: una transición demográfica acelerada más
la rápida reducción de la pobreza infantil.
29
ago. 2016 ABC A.S.
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