8/8/16

Javier Gomá sobre Gustavo Bueno.Dignificación de la filosofía



Dignificación de la filosofía

Profundidad, erudición y dignificación de la filosofía son los rasgos clave que definen a Gustavo Bueno como figura ilustre de la filosofía española del siglo XX. Entre su inmenso bagaje destaca, sobre todo, el gran dominio que poseía de la tradición escolástica de nuestro país. Era un gran conocedor del pensamiento medieval y un intelectual sistemático con una hechura de otra época. Abordó temas como la escolástica, la lógica o la filosofía de la ciencia, sin descuidar otros como la historia del materialismo o las reflexiones en torno a la política.

Una de las disputas de mayor relevancia en su carrera fue la que protagonizó junto al filósofo marxista Manuel Sacristán en torno al papel de la filosofía en relación a la ciencia. La postura de Bueno difería con la de Sacristán en que para él la filosofía era una disciplina con estatus propio, separada de la ciencia y que tenía valor por sí misma. Sacristán defendía que ésta era una disciplina de apoyo de la ciencia y que, sin ella, su valor se veía profundamente reducido. Con el paso de los años ha sido la postura «Buenista» la que ha terminado por imponerse.

En cuanto a su labor como profesor, uno de sus grandes méritos consistió en la dignificación de la universidad mediante el desarrollo del pensamiento filosófico en el propio ámbito académico, algo que lamentablemente se ha ido perdiendo en los últimos años. El paso por las aulas donde impartía su magisterio ha dejado una profunda huella. Su legado ha dado lugar a toda una escuela no solo filosófica, sino de sabiduría. Una escuela que cosecha devotos por toda España. Con la aparición de la Fundación Gustavo Bueno, de algún modo ya no se le percibía como un individuo sino como una institución del pensamiento en nuestro país. Durante sus últimos años se mostró quizás demasiado interesado por los temas de actualidad y participó de manera frecuente en debates de este calado. Los medios y la incomprensión de sus ideas terminaron por distorsionar su figura. Cuando el filósofo abandona la realidad para imbuirse en la actualidad, termina por dar opiniones que son tan banales como las de cualquier otra persona. Escribió bastantes libros sobre estos temas, pero no estaban a la altura de sus pensamientos filosóficos más profundos.

8 ago. 2016 ABC  JAVIER GOMÁ

4 comentarios:

  1. La banalidad de la realidad queda reflejada en sus trabajos más populares, querrá decir.

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    1. "Cuando el filósofo abandona la realidad para imbuirse en la actualidad" = Sorprendente,curiosa,interesante contraposición.
      "La banalidad de la realidad queda reflejada en sus trabajos más populares" = Muy interesante observación
      Gracias

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  2. "Cuando el filósofo abandona la realidad para imbuirse en la actualidad, termina por dar opiniones que son tan banales como las de cualquier otra persona. Escribió bastantes libros sobre estos temas, pero no estaban a la altura de sus pensamientos filosóficos más profundos." No estoy de acuerdo. ¿Desde cuándo GB abandonó la realidad...? ¿Desde cuándo GB ha dado opiniones banales...? ¿Desde cuándo 'cualquier otra persona' ha dado opiniones como las de GB...? ¿Desde cuándo estos temas no han estado a la altura de sus pensamientos filosóficos más profundos...? Lo siento, no puedo estar de acuerdo.
    Todo el mundo tiene algo que decir..., pero ¿Hay que respetarlo...?

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  3. "Cuando el filósofo abandona la realidad para imbuirse en la actualidad, termina por dar opiniones que son tan banales como las de cualquier otra persona"
    A mí también me parece que,sobretodo,esta afirmación es muy discutible.
    Gracias por sus comentarios

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