Un grabado en zigzag sobre una
concha hecho por un Homo erectus en Indonesia hace 500.000 años
Unas líneas en zigzag marcadas sobre una concha en Indonesia es el grabado
abstracto más antiguo de la humanidad. Tiene 500.000 años de antigüedad y
sorprendentemente no fue hecho por uno de nosotros, un Homo sapiens, sino por
uno de nuestros ancestros, un Homo erectus. Es la primera vez que se le
atribuye semejante habilidad a esta especie extinta. El hallazgo aparece
publicado en la revista Nature.
Hace 40.000 años, y probablemente mucho antes, los humanos modernos ya
pintaban en las paredes de cuevas de Europa e Indonesia. Grabados ocres más simples que se encuentran en
Sudáfrica con una antigüedad de 100.000 años y a principios de este año, los
investigadores informaron de un grabado abstracto en una cueva de
Gibraltar que fue habitada por neandertales.
Pero hasta este hallazgo, ninguna técnica de este tipo había sido atribuido
al Homo erectus, ancestro directo de los humanos y los neandertales. La especie
surgió en África hace unos 2 millones de años y se desplazó hasta la isla
indonesia de Java, antes de extinguirse hace unos 140.000 años.
El grabado está hecho en una concha de una especie de mejillón de agua
dulce, que fue recogido en la década de 1890 por el paleontólogo holandés
Eugène Dubois, en un yacimiento en el este de Java llamado Trinil. Allí, Dubois
descubrió el primer fósil de Homo erectus y otros huesos humanos antiguos.
Intencionado y ¿artístico?
El grabado habría pasado desapercibido, si no fuera por Josephine Joordens,
bióloga de la Universidad de Leiden, que estudiaba cómo el Homo erectus
explotaba los recursos marinos de Trinil. Una de las conchas en las que fijó su
atención tenía un débil patrón en zig zag muy difícil de reconocer. Una
inspección al microscopio sugirió que el grabado era intencional. Los patrones
de erosión de las ranuras, cada una de las cuales es de aproximadamente 1 cm de
largo, muestran signos de envejecimiento significativo, y no hay espacios entre
los giros, lo que indica que el fabricante prestaba atención a los detalles. El
grabado se hizo en una concha fresca y recién hecho se habría parecido a unas
líneas blancas sobre un lienzo oscuro. Los granos de arena todavía incrustados
en la concha fueron fechados de hace unos 500.000 años.
«Estamos seguros de que esto debe haber sido hecho deliberadamente por
alguien con un instrumento afilado», dice Joordens a Nature. Pero llamarlo arte
ya es más complicado. «Si no conoces la intención de la persona que lo hizo, es
imposible llamarlo arte», explica. Sin embargo, «es un dibujo antiguo, una
manera de expresarse. No sabemos qué quería decir la persona que lo hizo, pero
quizás podría haber sido para impresionar a su novia, garabatear un poco, o
para marcar la concha como de su propiedad».
Wim Lustenhouwer/VU
University Amsterdam abc.es 04/12/2014
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