En busca de una oportunidad.
Arriesgada emigración infantil hacia los EEUU desde los países del centro y sur
de América. Buscando la prosperidad y la libertad.
18/6/14
Julián Marías
Nueva aportación de José García Domínguez sobre un tema filosófico.
Ejemplaridad intelectual y moral de Julián Marías. Intolerable e inepto trato
hacia él por parte tanto de la dictadura franquista como de la democracia.
Lucidez y valor en el tratamiento del tema “España”.
Julián Marías, uno de los nuestros
Decía el viejo Pla que nada hay en este mundo más parecido a un español de
izquierdas que un español de derechas. Y como casi siempre, tenía razón. He
ahí, sin ir más lejos, el parejo trato mezquino que diestra y siniestra
brindaron en vida a Julián Marías, aquel español tan improbable del que ahora
se cumple el centenario. España, siempre presta a rendir culto a charlatanes,
toreros y futbolistas, sigue teniendo a gala el maltratar a sus mejores
cabezas. Y Marías no iba a encarnar la excepción. Fiel a esa arraigada
tradición nacional, el franquismo supo ser rastrero hasta la iniquidad con su
figura. El que un hombre de la talla intelectual de Marías tuviese vetado el
acceso a la docencia universitaria de por vida indica por sí solo la condición
abyecta de aquella dictadura.
Aunque la democracia no resultó mucho más generosa. Marías molestaba porque
su insobornable dignidad personal, el no haberse rebajado nunca a adular al
régimen en procura de alguna migaja del festín, suponía un agravio permanente
para tantos espíritus lacayos como los que, desde siempre, pueblan la cultura
oficial española. Julián Marías era independiente, de verdad, no de boquilla. Y
eso en España no se perdona nunca. Su moderación, su sensatez, su repudio del
espíritu rifeño y guerracivilista tan caro siempre a la feligresía patria, su
apuesta por la razón y el matiz frente al cojonudismo casticista, su voz
pausada en medio del griterío de verduleras ibérico, su proceder todo hizo de
su paso por esta tierra ingrata una novedad extravagante.
Es sabido, por lo demás, que en España no resulta de buen tono pensar sobre
España. Esa palabra, España, se ha berreado mucho, siempre con cierto
timbre cuartelero y algún hedor a ajo, pero poco se ha meditado en torno a ella
en nuestro tiempo. España, huelga decirlo, es un asunto de fachas. Y de ahí los
Madina y los Iceta, esos alegres aliados de sus sepultureros, que ahora mismo
habitan en las portadas de los periódicos. Por eso, resulta más inexcusable que
nunca leer a Julián Marías. Rémora última de la leyenda negra, el tópico de la
anormalidad hispana, el manido "España es diferente" sobre el que
bascula nuestro enfermizo auto-odio como nación; ese transversal desprecio
contra nosotros mismos que iguala a nihilistas de derecha e izquierda; esa
profunda ignorancia compartida acerca de lo que somos fue lo que le empujó a
componer uno de los libros imprescindibles para saber qué es España y qué somos
los españoles. Me refiero, el lector lo habrá adivinado, a España
inteligible, texto que debiera constituir lectura obligatoria en todas las
aulas del país. Siempre fue de los nuestros.
16/6/14
Weidermann. El nazismo y la prohibición de libros
Libros heroicos. Zweig y Roth. El poder de la literatura.
Totalitarismo y literatura. No es
imposible que en algún país europeo vuelva a vivirse la prohibición de libros
tal como se vivió en la Alemania nazi. El miedo del totalitarismo ante la
libertad literaria y artística.
12/6/14
Historia de la Filosofía Examen Selectividad Cataluña Junio 2014
J. Locke (rechazo del innatismo) y R. Descartes (el problema de la certeza en el conocimiento humano) en el examen de Selectividad.
http://universitatsirecerca.gencat.cat/web/ca/03_ambits_dactuacio/acces_i_admissio_a_la_universitat/.content/acces_i_admissio_a_la_universitat/proves_d_acces_a_la_universitat__pau/criteris_especifics_correccio/pau_hfil14jl.pdf
10/6/14
Iliá Ehrenburg. César Antonio Molina.
A la espera de un Núremberg para el comunismo soviético.
Iliá Ehremburg: omisión de auxilio y silencio. Nunca tuvo miedo. Desconocía
la existencia de la democracia.“Me repugna Ehrenburg” ( Canetti)
6/6/14
Santiago Posteguillo. Africanus, el hijo del cónsul
Dejando
aparte a Aníbal, en la novela destacan tres personajes:
Quinto
Fabio Maximo es una de los más decisivos ciudadanos de la Roma de finales del
siglo III aC. De gran inteligencia y de insaciable ambición de poder. Ésta le
lleva a la traición, si es necesaria, al abuso de poder, a la inhumanidad y a
la atrocidad.
Publio
Cornelio Escipión coincide con el anterior en su gran inteligencia y se
diferencia en casi todo lo demás: aspira al poder no por el poder mismo sino
por ser útil a la sociedad, de gran valor personal, ejemplar en su humanidad,
en su trato con sus subordinados y con los vencidos. Su interés cultural no
tiene límites, de ahí su estudio del pensamiento y el teatro romano y griego.
Tito
Macio Plauto, que llega a ser un prestigioso autor teatral, superando una
situación personal desesperada.
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