9/1/17

Zygmunt Bauman



Zygmunt Bauman
El filósofo polaco Zygmunt Bauman ha fallecido a los 91 años en Leeds (Reino Unido), localidad en la que residía desde hace años, según ha anunciado el periódico «Gazeta Wyborzca».
Padre de la «modernidad líquida», Bauman nació en 1925 en Poznan (Polonia), en el seno de una familia judía humilde que se trasladó a la URSS tras estallar la Segunda Guerra Mundial. Terminado el conflicto, Bauman regresó a Polonia y ejerció la docencia en la Universidad de Varsovia, hasta que en 1968 se exilió de nuevo por razones políticas. Durante unos años vivió en Israel y fue profesor en la Universidad de Tel Aviv hasta 1970.
Catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Leeds, a lo largo de su prolífica y dilatada carrera académica impartió clases en universidades de Estados Unidos, Australia o Canadá, y en The London School of Economics.
Con su análisis sobre los vínculos entre la modernidad, el nazismo y el comunismo posmoderno logró un gran reconocimiento internacional, que se vio traducido en numerosos premios, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades (junto con Alain Touraine, en 2010), el European Amalfi Prize for Sociology and Social Science (1992) y el Theodor W. Adorno Award (1998).
El profesor Bauman contribuyó al desarrollo de las ciencias sociales mediante la creación de conceptos como la «teoría de la modernidad líquida», que define los tiempos actuales como una era de cambio y movimiento constantes, en la que el hombre está huérfano de referencias consistentes y los conceptos son más inestables que nunca. Sus teorías ejercieron una gran influencia en los movimientos antiglobalización.
Su obra
La obra ensayística de Bauman, que comenzó en los años 50, alcanzó fama internacional en los 80 con títulos como «Modernidad y holocausto» (1989), donde define el exterminio judío como un fenómeno relacionado con el desarrollo de la modernidad.
Autor de 57 libros y más de 100 ensayos, entre sus obras más significativas destacan «La modernidad líquida» (2000), considerada su obra cumbre, en la que observa cómo el capitalismo globalizado está acabando con la solidez de la sociedad industrial; «Amor líquido» (2005); «Vida líquida» (2006); «La cultura como praxis» (1973); «La posmodernidad y sus descontentos» (1997); «La globalización: consecuencias humanas» (1998); «En búsqueda de la política» (1999); o «La sociedad individualizada» (2001).
En 2005 publicó «Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias» (2005), donde exponía las consecuencias inevitables de la modernización, tales como las migraciones, los refugiados, el desempleo, la nueva pobreza y la necesidad de fijar identidades.
Pensamientos
En su última entrevista en ABC, concedida con motivo de la conferencia que ofreció en la Fundación Rafael del Pino de Madrid tras la publicación de «¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?» (2014), Bauman aseguró que «la distancia entre pobres y ricos está agrandándose a un ritmo sin precedentes». El filósofo, que se mostró «úcido, cordial, directo y ágil» durante la conversación dijo que «el estado de bienestar no fue fruto de una decisión partidista» y tachó de falsedad «que si los ricos se hacen más ricos será bueno para todos».
Consciente de que la ciudadanía ha perdido «la fe en las instituciones políticas», Bauman consideraba que «la soberanía del Estado territorial se ha convertido en una ilusión» y que «internet provoca más divisiones que unificaciones». «El futuro está en las ciudades, en los alcaldes», terminó diciendo el filósofo.         
ISABEL PERMUYABC

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